Un año después de la elección de Bergoglio, continúa acelerada la revolución en la Iglesia y la destrucción de todo lo que en Ella puede ser destruído. Esto no quiere decir que Ratzinger también no sea un revolucionário y un modernista, aunque muchas personas se dejen engañar por su falso tradicionalismo (por algún tiempo yo también me dejé engañar, por no conocerlo lo bastante, y este fue uno de los peores errores de mi vida). Pero, que Bergoglio es mucho mas osado y explícito que su antecesor, de esto no queda ninguna duda.
Con su ecumenismo y su libertad religiosa, Begoglio continuamente confirma en el error tanto los no católicos como los católicos que están infectados de liberalismo. Además de que él no se da minimamente a respetar, y con eso es la imagen del papado que él destruye. Con su falsa humildad y su pauperismo, es la Santa Iglesia, jerárquica y monárquica por naturaleza, que él golpea. Con sus escandalosas herejías, él corroe la Fe del pueblo. Intentar describir los atentados en contra de la Santa Religión promovidos por Bergoglio implicaría en escribir un libro, lo que no nos toca ahora hacer. Aquí, nos limitamos a dos cosas.
Primero, indicar algunos artículos que hacen un recorrido por las palabras y actos de Bergoglio:
A un año del pontificado de Francisco (versión corregida y aumentada)
http://statveritasblog.blogspot.com.br/2014/03/a-un-ano-del-pontificado-de-francisco_3.html
El extraño pontificado del papa Francisco
http://wwwapostoladoeucaristico.blogspot.com.br/2014/03/el-extrano-pontificado-del-papa.html
365 días con Francisco: ¿Qué fue lo peor?http://moimunanblog.wordpress.com/2014/03/13/una-encuesta-significativa-sobre-francisco/
En segundo lugar, vamos a comentar unas palabras de Bergoglio, que son una incontestable prueba de lo cuanto él desprecia la religión y el propio Cristo. ¡Pues Bergoglio tuvo lo atrevimiento de hacer broma con la crucifixión de Cristo! Vamos a leer lo increíble que él dijo:
– Trata acerca de un chico judío a quien echaban de todas las escuelas por indisciplinado hasta que otro judío le recomienda al padre un “buen colegio de curas”. Y lo anima diciendo que, seguramente, allí lo van a enderezar. El padre acepta el consejo. Es así como pasa lo primer mes y el chico se comporta muy bien, no tiene ninguna amonestación. Tampoco tiene problemas de conducta en los seguientes meses. El padre, ganado por la curiosidad, va a ver al rector para saber cómo había logrado encarrilarlo. “Fue muy secinllo”, le responde el sacerdote. “El primer día lo tomé de una oreja y le dije señalando el crucifico: ‘Ese era judío como vos; si te portás mal, te va a pasar lo mismo’.”
Bergoglio ultrapasa todos los límites del tolerable. ¿Quién puede continuar siguiendo ciegamente alguien que no tiene lo más mínimo respeto por Cristo? ¿Hasta qué punto llegará la ceguera de los neoconservadores? ¿Cuándo es que los católicos van a dar la necesaria atención a este grave asunto y reaccionar? Ojalá no sea demasiado tarde.
Pacientes na tribulação 
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